sábado, 11 de abril de 2009


En la orilla esperaba
paciente, en calma
que su casco besara
la espuma blanca.

En la orilla esperaba
del frió invierno,
y del seco verano
que vino luego.

Esperaba serena
cada mañana
que la mar la tocara
y la acariciara.

Deseaba de nuevo
salir de pesca,
como en sus años mozos
y verse llena,
del olor de la pesca
recién subida,
de las algas,
las redes, y aquella brisa.

Desde que la dejaron
abandonada
deseaba de nuevo
ser gobernada,
por pescadores recios
de madrugada.

Ya le llegó su hora
a la vieja barca,
ya nadie pesca ahora
desde sus tablas.

La dejaron varada
la dejaron perdida,
sobre la arena blanca
dejo su vida.

Ya las últimas olas de la mañana
le trajeron espuma a la vieja barca,
la besaron de nuevo como con pena,
porque ya no era barca,
sólo era leña.

1 comentario:

  1. vaya que triste!! Bueno.. es un poema..

    Amiga siempre un placer leerte y tenerte entre mis seres de luz. Te dejo unrelajante abrazo y un besotee!!

    Beatriz

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